Los suelos hidráulicos son un tipo de pavimento en forma de mosaico de origen francés que se usó para instalar en los suelos de los hogares hasta la década de los 70.
¿De qué tratan?
Está formado por tres capas de cemento y arena, de distinto grosor, que se introducen en un molde y se prensan. Con otro molde y óxidos de color naturales se realizan los dibujos en la capa superior. La superficie porosa lo hace muy delicado para algunas zonas de la casa, como cocinas o baños.
¿Auténtico o imitación?
Hoy en día, en el mercado encontramos una gran variedad de tipos de suelos hidráulicos. Desde los 100% artesanales hasta magníficas imitaciones realizadas con cerámica resistentes al paso del tiempo con un coste de producción inferior a las artesanales.
Llegados a este punto, debemos valorar nuestro presupuesto y si nos gusta el hecho de que nuestro suelo tome partida en un largo viaje a una historia, ya que el suelo hidráulico artesanal, con el paso del tiempo se va desgastando o si preferimos un suelo hidráulico más duradero y resistente.
¿Dónde instalar baldosas hidráulicas?
La resistencia de este tipo de suelos lo hacen apto tanto para interior como para exterior.
Al mismo tiempo, es un suelo tan versátil y admite tantos colores y composiciones que se puede instalar en todas las estancias de la casa.
La cocina y el baño son sin duda los espacios que mejor admiten este tipo de suelos por dos motivos: la resistencia a la grasa y la humedad. Gracias a su gran personalidad en los dibujos aportan un extra en la decoración de nuestro hogar.
